El acné, ya sea en el rostro o en el cuerpo (espalda, pecho o hombros), suele aparecer cuando los poros se obstruyen por el exceso de sebo y la acumulación de células muertas.
Pero la buena noticia es que la ciencia cosmética tiene dos aliados infalibles para combatirlo: el ácido salicílico y el ácido glicólico.
Ambos pertenecen a familias distintas —los AHA (alfahidroxiácidos) y los BHA (betahidroxiácidos)—, pero cuando trabajan juntos, logran una sinergia poderosa que limpia, renueva y calma la piel.
💥 Ácido Salicílico (BHA): el “desatascador” de poros
El ácido salicílico es un BHA soluble en aceite, lo que significa que puede entrar directamente en los poros para limpiar desde dentro. Es el héroe silencioso de muchas rutinas antiacné.
Cómo actúa:
- Penetra profundamente: disuelve el sebo y las células muertas que bloquean los poros, eliminando los puntos negros y blancos.
- Reduce la inflamación: sus propiedades antiinflamatorias ayudan a calmar el enrojecimiento y la hinchazón de las lesiones.
Ideal para: acné leve o moderado, puntos negros y pieles grasas con tendencia a brotes frecuentes.
✨ Ácido Glicólico (AHA): el renovador de la superficie
El ácido glicólico, por su parte, es un AHA soluble en agua que actúa en la capa más externa de la piel. Su misión: exfoliar, alisar y unificar el tono.
Cómo actúa:
- Exfolia suavemente: rompe los enlaces entre las células muertas para dejar la piel más limpia y uniforme.
- Mejora la textura y las marcas: acelera la renovación celular, ayudando a disminuir manchas postacné y rugosidad.
Ideal para: piel con textura irregular, manchas o hiperpigmentación después de los brotes.
⚡ Cómo usarlos juntos: la fórmula perfecta para el acné corporal
Cuando se combinan, el ácido salicílico y el glicólico ofrecen una limpieza profunda + renovación visible.
Así puedes incorporarlos a tu rutina:
- Limpieza diaria:
Usa un gel de ducha con ácido salicílico (2%) para mantener los poros limpios y controlar la grasa. - Tratamiento post-ducha:
Aplica una loción o tónico con ácido glicólico (5%-10%) en las zonas afectadas (espalda, pecho, hombros). Ayuda a suavizar la textura y reducir las marcas.
Tip pro: alternar los días de uso o combinar productos que integren ambos ingredientes potencia los resultados sin irritar la piel.
☀️ Precaución imprescindible
Ambos ácidos aumentan la sensibilidad al sol, así que el protector solar no es opcional —úsalo todos los días, incluso en zonas cubiertas por la ropa.
Esto evitará manchas y protegerá los avances logrados.
Incorporar estos dos activos en tu rutina corporal puede marcar un antes y un después: una piel más limpia, suave y equilibrada.
Y si el acné es severo o doloroso, lo ideal es consultar a tu dermatólogo para un tratamiento adaptado a ti.
Porque una piel clara no se logra de la noche a la mañana… se construye con ciencia, constancia y los ingredientes correctos. ✨
